Hoy es el día Europeo de la logopedia y quería hacer una publicación especial. He recordado este articulo que publiqué en la revista del colegio profesional de logopedas de Catalunya. Corría el año 2005 y llevaba 7 años como diplomada en logopedia. Hoy lo escribiría desde la experiencia y no desde la teoría, pero ahí está, formando parte de mi.
Esto me ha hecho pensar en mis inicios ¿por qué estudié logopedia?, ¿por qué hoy estoy aquí?. Podría decir» «muy fácil»,pero en realidad no fue tan sencillo. Fueron un cúmulo de circunstancias. Como yo digo «los astros se alinearon». Permitidme que enumere cada uno de estos astros alineados:
1. Dejé C.O.U colgado. Tal cual … «colgado». Las matemáticas pudieron conmigo.
2. Me sentía perdida. No tenía ganas de seguir estudiando. Pero gracias a mis padres que me permitieron tiempo y me brindaron su comprensión, en unos meses estaba estudiando para ser técnico audioprotesista. Fueron dos años que me sirvieron para hacer las paces con los estudios y disfrutar aprendiendo!
3. En el segundo año, había una asignatura que se llamaba «logopedia». «¿Logo qué? Me preguntarían más tarde la mayoría. Me apasionó, me encantó. En ese momento en el que seguía perdida, lo decidí: «yo quería ser logopeda».
4. Salía con mi título bajo el brazo un mes caluroso de Junio, y con mis mejores notas académicas (cuanto hay que aprender y hablar sobre la importancia de estudiar lo que se desea).
A las semanas llegaba a mi la noticia que en la universidad Ramón Llull, iban a impartir logopedia. Sería la primera hornada de diplomados en logopedia de Catalunya.

5. Era una universidad privada y no me lo podía permitir. Insistí a mis padres y les prometí que trabajaría los veranos para ayudar a pagar la carrera. Ahora siento que les engañé porque trabajé pero no lo suficiente para cubrir gastos.
6. Disfruté cada uno de los 3 años de la diplomatura. Conocí gente estupenda, aprendí, y seguí sacando buenas notas siendo yo la primera sorprendida.
Y llegó tercero y me encapriché en hacer las practicas en un minúsculo proyecto sobre autismo. Visité a mi profesora de prácticas muchas veces en su despacho y su respuesta siempre era: «Vuelve a casa y piénsalo». Finalmente empecé esas practicas que se alargaron hasta el verano. Cuando ya estaba dispuesta a finalizar las prácticas, me dieron la oportunidad de hacer de ellas mi profesión.
Y 20 años después aquí sigo … Orgullosa de todos y cada uno de los pasos que di y que me llevaron al momento en el que estoy. Hoy doy las gracias a esta profesión que me enamoró, me ayudó a encontrarme, y me reconcilió con tantas cosas.